Detección de anomalías funcionales

Materiales Empleados

Bajos niveles de vibración indican que el equipo está en buen estado, un nivel alto es un aviso característico de que algo no está funcionando bien. El aumento de las vibraciones producen aumento del ruido ambiental, rotura de aislantes, desgaste de materiales, fisuras por fatiga y provocan la degradación y el fallo en los dispositivos.

Un parámetro importante a controlar es la magnitud de una vibración que puede medirse por el desplazamiento que esta produce. Podemos medirla en términos de velocidad o aceleración, controlando la variación de velocidad desde cero hasta el máximo en cada ciclo. Otro parámetro muy indicativo, es la frecuencia, que nos indica el número de veces que el objeto o equipo vibra por segundo.

Para realizar un estudio de las vibraciones, debemos determinar los puntos de control donde se va a medir y marcarlos sobre la maquina, para que cada medición se efectúe en el mismo sitio en diferentes intervalos de tiempo. La toma de datos se realizará mediante el uso de sensores de aceleración y de vibraciones que medirán los desplazamiento y los esfuerzos mecánicos.

Una vez obtenidos los datos de vibraciones de una máquina, es necesario el estudio de la información medida y analizar las posibles causas. Si comparamos las medidas tomadas con las de una máquina que funciona correctamente, podemos determinar la presencia de algún problema si estos valores aumentan o la tendencia (constante o ligeramente ascendente en un funcionamiento media-body-normal ) sube de una forma inesperada.