DESHUMIDIFICADORES
Reducen el porcentaje de humedad del aire, evitando problemas de habitabilidad y deterioro. El exceso de humedad en un espacio cerrado, almacén, fábrica, oficina o tienda producen corrosión, moho y podredumbre. Esto repercute aumentando los costes de mantenimiento cada año. Un edificio que parece estar seco durante el día, por la noche cuando la temperatura desciende aumenta la humedad del aire y activa el proceso de condensación.
Humedad, salud y el confort
El exceso de humedad es perjudicial para la salud
Las humedades extremas son muy perjudiciales para la salud, el cuerpo elimina el calor por la cesión de vapor de agua, a través de la exhalación del aire de los pulmones al respirar y por la exudación.
El exceso de humedad limita los procesos de evaporación a través de la piel, aumentando la sensación de calor, produciendo sofocos y malestar. Favorece la aparición de hongos y bacterias que pueden generar distintas alergias e infecciones. Genera malos olores, agrava las enfermedades de tipo reumático y los problemas respiratorios.
Tipos y funcionamiento
Utilizan la condensación o la absorción
Los métodos de deshumidificación más usados son: Calefacción y Ventilación (el más habitual poco eficiente y caro), por Condensación (condensa el vapor del aire) es más económico y por Absorción que es el método más eficiente y el más indicado a bajas temperaturas, hasta 40ºC bajo cero.
Existen dos tipos de deshumidificación según el método de funcionamiento aplicado: de circuito cerrado (no hay un cambio del aire deshumidificado con el aire externo) y de circuito abierto (hay un cambio total o parcial del aire deshumidificado con el aire externo) este último método se usa principalmente en sistemas de acondicionamiento del aire.
Para la elección del deshumidificador hay que tener en cuenta la cantidad de litros que son capaces de extraer, el volumen del local a tratar, el ámbito de uso: industrial o doméstico y el tamaño del aparato que puede llegar a ser bastante voluminoso. El gasto energético vendrá determinado por el sistema escogido y las condiciones ambientales en las que trabaja.
Deshumidificadores absorción
Se utilizan en entornos industriales.
La humedad del aire es recogida mediante la absorción con materiales higroscópicos, puede ser una solución de cloruro cálcico y cloruro de magnesio, una solución de cloruro de litio, gel de sílice, cloruro potásico, aluminio activado, cloruro cálcico, sales de cloruro de litio y bromuro de litio.
El deshumidificador está formado por una rueda desecante que gira continuamente con la ayuda de un motor de impulsión. La rueda está dividida en dos partes (área de reactivación y área de proceso) que presentan un aislamiento adecuado.
El aire húmedo es conducido por la entrada de proceso a través del filtro con la ayuda de un ventilador y pasa a través de la rueda desecante. El gel de sílice de la rueda absorbe la humedad y el aire seco sale del deshumidificador. Durante este proceso, la rueda desecante se moja debido a la absorción continua de humedad.
El aire de reactivación pasa a través de un filtro y un calentador, entra caliente en el área de reactivación y seca la rueda. Posteriormente es expulsado al exterior con la ayuda del ventilador de reactivación. Una ventaja de este tipo de deshumidificación, es la posibilidad de usarlo incluso a temperaturas bajo cero.
Deshumidificadores condensación
local pequeño y a nivel doméstico
Tienen la ventaja respecto a los secantes de ofrecer una variedad mayor y un precio más ajustado. Son muy eficaces para extraer la humedad del aire, siempre que el aire de entrada tenga un punto de rocío superior a 12 º C.
El aparato utiliza un ventilador que aspirar el aire húmedo y pasandolo por un filtro, lo dirige hasta un evaporador que está a una temperatura muy baja ( por el uso de un gas refrigerante ). Al pasar por el evaporador el agua contenida en el aire, se enfría por debajo de la temperatura de rocío, condensándose y separándose del mismo.
El agua extraída se puede almacenar en un depósito dentro del deshumidificador o conducirse directamente a un desagüe conectado a la red de saneamiento. El aire frío y seco obtenido en el proceso anterior, pasa por un condensador donde es calentado para volver a recuperar la temperatura inicial y es enviado nuevamente al recinto.