Muchos de los problemas de funcionamiento tienen su origen en la fase de diseño del proyecto. Una mala dirección de obra o una puesta en marcha mal realizada o inexistente pueden producir anomalías, aumentar los costes de mantenimiento, reducir la eficacia energética ( con el consiguiente incremento del gasto ) y puede llegar a afectar a la salud de sus usuarios.
Una patología en un sistema de climatización, es un cambio estructural o funcional, que produce anomalías que impiden que pueda mantener los objetivos y funciones para los que se diseño. Los problemas más habituales son: hace calor o frío, consumo elevado, averías frecuentes, mala calidad de la atmósfera interior, falta de confort, el ruido es excesivo, no funciona, etc.
Existen numerosas causas para el mal funcionamiento de una instalación. Errores de diseño o dimensionado, excesiva simplificación del proyecto que produce un desvío de las condiciones reales de funcionamiento, una mala dirección de obra, puesta en marcha mal realizada o inexistente, uso inadecuado de las instalaciones, un mal o nulo mantenimiento, etc.
Un problema bastante frecuente en las instalaciones colectivas de viviendas, es el mal equilibrado hidráulico, debido a una mala o inexistente puesta en marcha o a defectos en el diseño original de la instalación. Esto produce diferencias térmicas muy importantes entre los radiadores de la primera y última planta, siendo habitualmente un problema que genera protestas y malestar por parte de los usuarios.
Otra causa que puede afectar es el montaje de válvulas termostáticas, que hace que el caudal de la instalación sea variable. Esto crea una modificación del comportamiento de las calderas, bombas y demás componentes. En este caso, es imprescindible realizar un equilibrado hidráulico para corregir esta situación y que el sistema de climatización funcione de forma correcta.
Evaluamos el estado patológico de su instalación atendiendo a sus antecedentes. Revisamos los daños que se han producido desde su puesta en marcha y proponemos las intervenciones a realizar para su solución, con una estimación previa del coste de dichas intervenciones.
Muchos de los problemas de funcionamiento tienen su origen en la fase de diseño del proyecto de climatización. Independientemente del tamaño y la complejidad de las instalaciones, en esta fase, es fundamental que el diseño que se haga sea flexible, contemple una potencia adecuada y facilite el mantenimiento posterior. Algunas de las patologías de la fase de diseño son: la instalación no puede atender la demanda de potencia real, grandes perdidas de energía en el transporte del agua caliente, fatiga de los materiales por ausencia de elementos dilatadores, etc.
La legionelosis es una de las patologías que se transmite con más facilidad a través de los sistema de aire acondicionado y es una de las más graves. Pero no sólo la legionella puede reproducirse en estos conductos. El llamado Síndrome del Edificio Enfermo, define a un conjunto de enfermedades que se producen por la contaminación del aire en estos espacios. Provocan jaquecas, mareos, náuseas y resfriados persistentes entre las personas que residen o pasan mucho tiempo en el edificio.
Un aumento de temperatura no controlado producido por algún desajuste, aumenta la probabilidad de que se desarrollen bacterias. Fugas o pérdidas de agua facilitan la reproducción de hongos y bacterias. Las fugas o pérdidas de otros fluidos (aceites, agentes frigoríficos, etc.) pueden causar una contaminación no bacteriana en los ambientes acondicionados. También pueden aparecer por una mala ventilación, partículas en suspensión y otros agentes.